Como dije ayer, y una vez pasado el susto del análisis, poco a poco voy afrontando mis problemas de otra manera, no he salido de ellos, pero trato de que al menos me dejen vivir.


Hace unos días, revisando mis contactos de hotmail, me acordé de la frase que decía un antiguo amigo, una de esas personas que pasan por tu vida, y que te marcan, pero que igual que llegaron desaparecieron, aunque nunca del todo, dejaron algo en ti que te acompañará siempre.


La frase dice: "nada en este mundo es permanente, ni siquiera tus problemas"

En ese momento me di cuenta de que todo lo que aprendí aquellos años con ellos, se me había olvidado, lo había echado a un rincón, y era el momento de recuperarlo.


Cuando conocí a N y a su familia, yo era una niña, con 25 años, pero una niña, en mi vida el mayor problema que tenia era qué ponerme para ir a la Universidad a terminar mi Doctorado. Ese año estrenaba coche nuevo, regalado por mi papá, y cruzaba el charco de vacaciones para conocer a N y a su familia, sobretodo, a su familia.


Esos primeros dos meses que pasé con ellos me abrieron a la realidad, a la fe y a la esperanza. Y casi lo olvido.


La familia de N era una de esas familias de abolengo, venida a menos en una de tantas crisis latinoamericanas, de profundas convicciones religiosas.


Cuando N y sus hermanos eran pequeños, su papa, un acaudalado empresario los abandonó, dejándolos en manos de una mamá que no conocía de la vida, más que lo que le contaba el servicio.

La mamá de N debido a sus fuertes convicciones, nunca pidió el divorcio de su papa, ya que sus principios le impedían hacerlo , con lo que quedó en la calle, con 4 niños, sola, sin el apoyo de su familia, que no podía concebir que en su seno hubiera una mujer abandonada.


La mama de N aprendió a trabajar, había estudiado diseño en la universidad, y eso le posibilitó conseguir puestos de profesora y con ellos sacar adelante a su familia.


La mama de N es una gran mujer, sola consiguió que todos sus hijos estudiaran en la universidad, recuerdo como R contaba que por las mañanas trabajaba en un despacho donde llevaba unos quesos y antes de entrar a trabajar los vendía por la oficina, y como por las tardes acudía a clases, y así con el esfuerzo de todos salieron adelante.


Con los años consiguieron estabilizarse, y cuando todo iba sobre ruedas, G, una de las hermanas de N, descubre una de las peores cosas que una madre puede descubrir que le ocurre a sus hijos, no os contaré qué pero puedo aseguraros que exceptuando la muerte, no hay nada peor, ni siquiera una enfermedad. G decide divorciarse.


En ese momento , llegué yo a sus vidas.


G era una mujer destrozada por dentro, debido a su problema tanto ella como R habían perdido su trabajo, y la situación económica así como la personal era critica, pero en todo el tiempo que yo estuve allí, solo recibí de ellos cariño, alegría y esperanza .
Nunca hubo entre ellos recproches, ni miradas atras a lo que perdieron .
No.
Siempre hubo momentos para la celebración de cualquier buena noticia, para celebrar que una mañana mas el sol había amanecido, para afrontar con alegría los nuevos retos que les planteaba la vida, para agradecer a dios por cada cosa que tenian.

Para darme su cariño, y enseñarme a ver que en la vida hay problemas, que debemos afrontar, alegrándonos de estar vivos, y con la esperanza de que vendrán días mejores.


Se que esos días mejores llegaron para ellos y espero que algún día llegarán para mí, pero hasta entonces trataré de afrontar mis días con la alegría de la vida y la esperanza que ellos me enseñaron a tener.


Me acuerdo mucho de ellos, y espero que aunque la vida nos ha puesto en lados opuestos del oceano, ellos también sigan acordándose de mi.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya lo creo. No hay mal que dure cien años, ni quien lo soporte..eso es un hecho...y asi como hay personas que han marcado tu vida, estoy segura que tu también dejaste huella en la de ellos.
La felicidad esta aqui..aunque veamos obscuro todo..y aunque las lagrimas nos impidan verla...está ahi...y nuestros bebes llegarán...

Anónimo dijo...

Maria, yo soy de las que piensa que cada quien que me se me cruza lleva su carga y su peso por dentro, aun cuando el momento en que me la tope tenga buena cara...por que cada uno de nosotros va viviendo su historia con sus desafios que afrontar y sus luchas que vencer. Asi que animo!!!

Un abrazo muy grande,

Anónimo dijo...

Maria... andaba ocupada... ayer pase y lei tus post, pero no alcance a comentar.
Que gusto me dio leerte despues de tantos dias... primero me alegra mucho que no te hayas mareado con el analisis de sangre!!!
Nada en la vida es casualidad, yo no creo en casualidades. Tu llegaste a una familia de personas fuertes, luchadoras, capaces de saltar mil obstaculos!!! Asi eres tu, finalmente recibiste lo que necesitas para seguir adelante. Ejemplos de fortaleza. No es facil, me imagino que este camino que estas atravesando para ser mama cuesta un monton, mi cabeza ni siquiera logra dimensionarlo realmente, pero tu eres una mujer maravillosa, con la capacidad de lograr todo lo que tu quieres.
Que lindas palabras las que escribiste "Esos primeros dos meses que pasé con ellos me abrieron a la realidad, a la fe y a la esperanza. Y casi lo olvido. " Nunca lo olvides...
Te mando un abrazo enorme.

Anónimo dijo...

Maria, conmoverdora historia la que contaste, como dijo BR no ha mal que dure 100 años, estoy segura que a tu familia política como a ti les vendrán tiempos mejore.. solo hay que saber esperar.

Besos

Anónimo dijo...

Muchas gracias a todas por vuestros comentarios.
Sois geniales¡¡¡¡

jajaja, Xochitl, no era mi familia política, aunque durante unos años si fueron mi segunda familia.

Alguna vez os contaré sobre mi familia política, para que os hagais una idea mi suegra, es una señora de 82 años, que le encanta comer en Burguer King, la comida china, viajar a sitios raros y de pronto se pone a hablar en Inglés, es un crack¡¡¡¡

Besitos para todas¡¡¡¡